gente pa tó XVI: pipi estrada

04 September 2007

singular personaje donde los haya al que en el descodificador detallan a conciencia. Transcribo las palabras del ilustre bloguero televisivo porque no tienen desperdicio. que forma de darle de hostias sin faltarle la razón.



Un tipo con nombre de micción mal acentuada no puede ser una persona normal. Tiene que ser una evacuación ética, un detritus moral, un verdín intelectual, una secreción apestosa, una meada en descomposición. Carne de orinal... o de programa de televisión en 'prime time'.

Un individuo cuyo nombre es el diminutivo cariñoso del piojo no puede ser un hombre entero. Tiene que ser una liendre espachujable, una ladilla de testículos de rata, un chinche de cama de burdel de carretera. Carne de insecticida... o de revista de investigación y despelote.

Pipi es periodista deportivo, pero usted jamás habría oído hablar de él por ese motivo. Es decir, por su trabajo. Pipi es famosete, y se gana la vida enseñando las almorranas en una isla, como verraco oficial de Antena 3 o contando intimidades de su ex pareja en 'Inteviú'. Pipi es el último esperpento de la televisión comercial española, un nuevo salto al vacío intelectual de las cadenas que contratan sus barriobajeros servicios.

Pipi ha escrito sus "memorias sexuales", y la revista 'Interviú' las está publicando en varios capítulos semanales. No hace falta que compren semejante folletín (nunca mejor dicho), puesto que yo les puedo resumir esas memorias sexuales en un solo párrafo: el piojo es un insecto succionador, y lógicamente hematófago (chupador de sangre), que apenas influye en la reproducción de su especie: es la hembra quién lleva el peso de su ciclo vital, poniendo hasta ocho huevos al día hasta alcanzar una media de 110. El piojo muere tras ejercer durante un mes de parásito.

El tal Pipi habla sin pudor y con todo lujo de detalles. Que con fulanita lo hizo 22 veces en 35 horas. Que con menganita sobre el capó de un coche. Que con zutanita por delante y por detrás... El escritor y político británico Joseph Addisson hizo una reflexión muy interesante sobre este tipo de bravucones: "La naturaleza a veces se confunde y puede crear a un imbécil, pero un fanfarrón siempre es obra del hombre". Y Pipi Estrada, no lo olviden, es de esos que presumen de haberse hecho a sí mismos.

Fíjense si lo será que, para terminar de rentabilizar las memorias publicadas en 'Interviú', Pipi pasa tanto tiempo en Antena 3 que muy bien podría estar en plantilla. Hace una semana estuvo en '¿Dónde estas corazón?'. Ayer en 'Si yo fuera tu', donde siguió despellejando a Terelu Campos, ex pareja y principal víctima del parásito en cuestión. Ni ella ni su madre son santas de mi devoción, pero desde ahora se merecen todos mis respetos: sobrevivir a las picaduras de un piojo de 80 kilos no está al alcance de todos los mortales.

Terelu y su madre han vivido malos momentos profesionales y ahora tienen que aguantar un chaparrón de Pipi. "Las dos son muy soberbias... Es una cura de humildad para ellas", se ensañó una periodistucha de Antena 3. Y es que ya se sabe: a perro flaco, todo son pipis.


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