soy un naufrago en una palancana

Dado que en los tiempos modernos el concepto de urgente está variando, también la RAE ha decidido modificar el concepto de servicios de urgencia sanitaria.

URGENCIAS SANITARIAS: Dícese del proceso de selección natural entre enfermos de verdad y simples camelos clínicos. Para ellos es necesario que el tiempo de espera mínimo para ser atendido en el servicio de urgencias nunca sea inferior a las dos horas. Así se logra que aquellas personas que acuden a estos servicios con simples dolores, se lo piensen otra vez antes de ir.

Esta definición sería útil, al menos a nivel teórico. Pero está comprobado que el hombre es el animal que nunca deja de tropezar en la misma piedra. Y la gente ociosa que acude a urgencias por unos simples mocos, seguro que volverá la próxima vez y se volverá a quejar del tiempo que pierde esperando a ser atendido.

Otro uso que se le puede dar a estos servicios de urgencias es como casting para posibles artistas. Solo hay que estar cinco minutos en la sala de espera para descartar a gente que se hace la enferma actuando peor que los del Ekipo Ja. Los síntomas del falso enfermo suelen ser: falsos quejíos que ni el José Mercé, paseitos de arriba abajo por toda la sala de espera, reproches continuos por no ser atendido, gestos faciales forzados y muchas risas con el acompañante que suele ser la persona mas escandalosa del mundo.

Luego, una vez dentro de lo que es urgencias, vamos, donde están los médicos, es todo igual a las series y películas pero sin tener nada que ver. Hay boxes, cortinas, médicos con bata blanca, médicos con bata verde, enfermeras poniendo goteros... pero ya está. Ni enfermos con enfermedades tropicales, ni evacuaciones por riesgo de contaminación de enfermedades extremadamente contagiosas y mortales, ni médicos corriendo de un lado para otro. Todo es mucho mas calmado. Los médicos de la tele son de otra pasta, capaces de no inmutarse ante un tórax abierto de par en par. Los médicos de verdad se pasan buena parte del tiempo discutiendo sobre sus equipos fotográficos y sobre el tamaño de sus tortugas. Y lo que es peor, se rifan una ‘infección de oído que supura’ porque es lo mas desagradable que les ha llegado ese día.

En fin, toda una aventura eso de ir a urgencias. Solo un consejo, no os olvidéis de llevaros un libro, una revista o los sudokus, al menos esas dos horas se harán mas cortas

Au.